Traducción y prólogo de Rodolfo Martínez.
Sherlock Holmes alarga la mano para agarrar el frasco de cocaína mientras su leal compañero, el doctor Watson, lo mira con reprobación. Así arranca El signo de los cuatro, la segunda novela escrita por Arthur Conan Doyle protagonizada por su personaje más famoso.
A lo largo de sus páginas nos enfrentamos a un misterio que sólo Sherlock Holmes puede desentrañar y que está a punto de derrotarle, un misterio que obligará al detective y a su fiel compañero recorrer todo Londres (sus calles y plazas, sus puentes y embarcaderos, las mansiones de clase alta y los barrios bajos) mientras siguen las huellas del tesoro de Agra. La caza culminará en una persecución frenética por el Támesis en la que el premio puede ser tanto el tesoro como la muerte.
El signo de los cuatro es una de las obras capitales de la novela popular del siglo XIX, imprescindible no sólo para comprender el nacimiento y desarrollo de la literatura de misterio, sino para desentrañar las claves de uno de los principales iconos de la cultura popular.