La Universidad nació en la Edad Media con la finalidad de aprender y cultivar todos los conocimientos, hasta alcanzar el saber superior; pero a los hombres de ese mismo período histórico, gracias a la Carta Magna de 1215, también les debemos la semilla del principal invento del hombre político, conocida siglos más tarde como la Constitución; un pacto de límites al ejercicio del poder entre gobernantes y gobernados para asegurar una esfera de derechos y libertades al ciudadano. Con el tiempo, el constitucionalismo se convirtió en un movimiento que reunía un conjunto de valores, reglas y principios del buen gobierno que los profesores universitarios explicamos a nuestros alumnos desde los primeros años de la carrera de Derecho. Por eso, en esta oportunidad deseo presentar la obra titulada: Curso de derecho constitucional, un trabajo pensado hace algún tiempo, motivado especialmente en ofrecer una visión clásica del derecho constitucional y destinado a tratar aspectos de necesaria atención para el alumno y profesor universitario.
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La segunda edición revisada (2012) confirma la idea inicial de su nacimiento: la posibilidad de transmitir a sus lectores que los fines y retos del constitucionalismo se encuentran al alcance de todos, sin importar la edad y tampoco la condición social, cultural o económica; una manera alternativa para explicar las sinergias existentes entre los conceptos de Constitución y Democracia.
En la tercera edición actualizada (2019), les invito a recordar que la constitucionalidad nos hace iguales en dignidad, para ser titulares de los mismos derechos y, a la vez, recibir un trato justo y en libertad por parte de quienes elegimos y nos gobiernan democráticamente.
La cuarta edición contiene, entre otras novedades, un nuevo capítulo para abordar con espíritu crítico las reformas constitucionales producidas durante sus treinta años de vigencia, con la finalidad de evaluar sus efectos y consecuencias para el sistema político además de cuestionar su aporte en beneficio de la constitucionalidad.