aquella ocasión me enteré por el policía encargado de levantar el acta de que todas las personas que presentan una denuncia por robo tienen la misma impresión, la mayoría de las veces falsa, es decir: que el ladrón no hurgaba al azar, sino que buscaba algo concreto. De hecho, ha preferido esta o aquella baratija, desdeñando objetos de mayor valor, y así uno se devana los sesos tratando de encontrar una explicación lógica a esta preferencia dictada, en general, por la prisa o la ignorancia.
Una idea a la inversa. Te roban, no le das importancia al robo, sin embargo más adelante diversas circunstancias, te dejan percibir que era algo específico lo que buscaban en tu hogar, algo que otros reconocen y no tu.