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Emmanuel Carrère

Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos. Un viaje en la mente de Philip K. Dick

  • Eduardo Ariashas quoted5 years ago
    Son libres de creerme o no, pero al menos crean esto: no estoy bromeando. Se trata de algo muy serio, algo muy importante.
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted19 hours ago
    Sin embargo, quien haya consultado a alguno de ellos (a menos que no haya tenido realmente suerte), sabe que, una vez hecha la selección, queda un residuo que no es fácil de explicar: ese detalle preciso, no especialmente significativo, pero que no sabemos cómo, ni a través de qué deducción sherlokholmesiana, el parapsicólogo ha llegado a conocer. Es así; inquietante, y, sin duda, no es suficiente para que uno funde su propia vida sobre eso o apueste por cualquier forma de ocultismo. Aquel día, la sombra de Jim Pike Jr., por mediación de la vieja dama de la caridad del IRA, se refirió a una broma ritual, pero estrictamente privada, que Phil y Nancy solían hacer sobre el dueño de un restaurante de Berkeley, de quien
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted19 hours ago
    Dispuestos a todo para huir de la culpabilidad que los laceraba, Maren y el obispo entraron en contacto con los espiritistas, y, el verano después de la muerte de Jim Jr., empezaron a contar, con los ojos brillantes, que había vuelto. Hablaba con ellos, les había perdonado, quería que fueran felices. Pike, a quien no podía ocurrirle nada que no saliera de un libro y confluyera en otro, firmó incluso un contrato para contar en un libro sus experiencias con el más allá. Continuaba interrogándose sobre la autenticidad
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted20 hours ago
    Este mismo celo indujo a la ciencia ficción a cambiar su insignificante denominación por la más respetable de ficción especulativa, que no quería decir mucho, o la de cosa nueva, que no quería decir absolutamente nada, aunque lo dijera con más descaro.
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted6 days ago
    El esquizoide pertenece a esa categoría de personas que nunca olvidan, como el protagonista de Confesiones de un artista de mierda, que están compuestos de un noventa por ciento de agua o que lo que llaman su cuerpo en realidad es el módulo de supervivencia de sus genes. Un esquizoide, más que sentimientos de cara al mundo, pensamientos para asimilar esos sentimientos, frases para describir esos pensamientos y palabras para formar esas frases, combina incansablemente letras, veintiséis letras si es un hombre, o dos cifras, 0 y 1, si es un ordenador. No cree que piensa, sino que sus neuronas se activan; no cree que sus neuronas se activan, sino que obedecen a las leyes de la química orgánica. Así es, seguramente, como piensa o cree pensar una inteligencia artificial: en todo caso es la clase de pensamiento que uno podría introducir en su propio programa bajo la etiqueta «conciencia reflexiva». En fin, un esquizoide piensa como una máquina. Imagino que a Dick le hubiese alegrado saber que uno de los primeros cerebros artificiales capaces de ser sometidos con éxito a una versión poco elaborada de la prueba de Turing era un programa del MIT llamado Parry, que simula a un paranoico. Al fin y al cabo, no es algo tan difícil: Parry, al igual que un psicoanalista, responde a todas las preguntas con otras preguntas, o las repite; un gracioso propuso incluso crear un programa sin errores que simulase a un catatónico.
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted10 days ago
    Un esquizoide piensa más de lo que siente. Posee del mundo y de su discurso una comprensión puramente intelectual, abstracta, una reducción atomista a un conjunto de elementos que nunca se plasman en una emoción o un pensamiento reales.
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted10 days ago
    el replicante es lo contrario del hombre, ¿qué será lo contrario de la empatía? ¿El orgullo, el desprecio, la crueldad? Eso son solo consecuencias. El origen de todo mal, pensaba Dick, está en replegarse, en encerrarse en uno mismo, aquello que, en términos psiquiátricos, diagnostica la esquizofrenia.
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted10 days ago
    Se trata, por supuesto, de la empatía. Aquello que San Pablo llamaba caridad y que consideraba como la más importante de las tres virtudes teologales. Caritas, decía Dick, con su pedantería habitual. Agapé. El respeto de la regla de oro: «Ama a tu prójimo como a ti mismo.» La facultad de ponerse en el lugar del otro, de desearle el bien, de sufrir con él y, llegado el caso, de sufrir en su lugar.
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted10 days ago
    La dificultad de identificar a los androides hace que los blade runners vivan obsesionados con el miedo al error.
  • Miguel Ángel Vidaurrehas quoted10 days ago
    Pero algunos, nuevos Espartacos de su casta, se dan a la fuga y pretenden vivir en libertad. Es entonces cuando se vuelven peligrosos. Unos agentes especializados tienen la misión de destruirlos. Estos agentes reciben el nombre de blade runners (a partir de la película de Ridley Scott,
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