El último cuento fue sencillo, sensible, sutil. Una preciosidad.
Los cuentos están bien a secas. Entiendo que son para niños y por eso buscan ser sencillos pero igual no terminaron de convencerme. Los mejores son los de terror y horror porque siento que los finales, que podrían parecer abiertos, crean un buen efecto para dar miedo. Los demás resultan confusos porque no están regidos por un tema entonces parecen puestos al azar, tampoco es que sea un problema pero como los primeros sí parecían girar en torno a un género pues resulta raro. Además son estos los que oscilan entre unos que son interesantes y otros que no tanto y, en mi caso, ni siquiera entendibles.