Voces -30, Nueva Narrativa Latinoamericana

Me pregunté si las moscas me acompañaban a mí porque comenzaba a descomponerme por la espera, o si te rodeaban a ti porque esperabas a alguien que no era yo.

Llegué a tu vida para esperarte, y mientras esperaba me convertí en otra.

Era esa clase de mujer que convertía su sexualidad en un problema inmediato del entorno

la ausencia es como un silencio en tres dimensiones

¿Quién va a ir por ti al aeropuerto? -me pregunta mi marido.

Voy a tomar un taxi -respondo. ¿Y tú?

Viene por mí un amigo. Si quieres te llamo el domingo y nos ponemos de acuerdo para que no tengas que estar cuando yo vaya por mis cosas el lunes.

Como sea -digo

Me entusiasma la coincidencia. Él no la nota

Aterrizar en la ciudad de México de noche es como posarse en un manto de estrellas -remata ella, muy muy dueña de sus palabras.

nada lo conmueve más que ver la mancha urbana de la ciudad de México desde el aire, minutos antes del aterrizaje. Es tan -pero tan- parecido a aterrizar en el agua.

En realidad ni cogen ni cocinamos: ellos se calientan y nosotros recalentamos -pues en la pornografía no hay lugar para el sexo y en nuestra cocina no hay espacio para una estufa. Tenemos eso sí, un buen microondas.

Nos mudamos ahí recién casados -muy jóvenes- porque un amigo nos había dicho que en ese mismo edificio había vivido Tina Modotti, aunque luego supimos que no era cierto, que Modotti había vivido en una casa colonial a unas cuadras de ahí.