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Edgar Allan Poe

Los misterios de Auguste Dupin, el primer detective

  • Luis Alberto Barquerahas quoted3 years ago
    La prenda que llevaba debajo del vestido era de suave muselina; y de esta prenda se había arrancado una tira de cuarenta y cinco centímetros de ancho, de forma regular y con gran limpieza. Dicha pieza ceñía el cuello sin apretar, pero estaba asegurada con un nudo fuerte. Sobre esta banda de muselina y la tira de encaje, se hallaban atadas las cintas de un sombrero, que todavía pendía de éstas. El nudo con el que estaban atadas las cintas del sombrero no era el que haría una mujer, sino un nudo de tipo marinero.

    Después del
  • Luis Alberto Barquerahas quoted3 years ago
    Se encontró un trozo de encaje atado tan fuerte alrededor del cuello que quedaba oculto a la vista; estaba completamente incrustado en la carne y asegurado con un nudo que quedaba justo bajo la oreja izquierda. Sólo esto habría bastado para ocasionar la muerte. El informe médico confirmaba confidencialmente la castidad de la víctima, aunque había sido sometida, decía también, a una violencia despiadada. Cuando se encontró, el cuerpo aún estaba en condiciones que permitieron a los allegados reconocerlo sin dificultad.

    La ropa estaba desgarrada y revuelta. Una tira de treinta centímetros de anchura había sido rasgada del vestido, desde el bajo hasta la cintura, pero no se había arrancado. Estaba enrollada tres veces alrededor de la cintura y asegurada con una especie de lazada en la espalda.
  • Luis Alberto Barquerahas quoted3 years ago
    parcialmente abierta. En la muñeca izquierda había dos laceraciones circulares, en apariencia por efecto de unas cuerdas o de una cuerda con varias vueltas. Una parte de la muñeca derecha, además, estaba muy irritada, al igual que la espalda en toda su extensión y, más concretamente, en los omóplatos. Para llevar el cuerpo a la orilla, los pescadores le habían atado una cuerda, pero no fue ésta la que causó las magulladuras. El cuello estaba muy hinchado. No había cortes visibles ni hematomas que pudieran deberse a golpes. Se encontró un trozo de encaje atado tan fuerte alrededor del cuello que quedaba oculto a la
  • Luis Alberto Barquerahas quoted3 years ago
    La cara estaba cubierta de sangre oscura, parte de la cual salía de la boca. No se apreciaba espuma, como ocurre con los ahogados. No había decoloración del tejido celular. En la garganta había hematomas y marcas de dedos. Los brazos estaban doblados sobre el pecho y rígidos. Tenía la mano derecha cerrada; la izquierda
  • Luis Alberto Barquerahas quoted3 years ago
    Una vez resuelta la tragedia de las muertes de madame L’Espanaye y su hija, el Chevalier se olvidó enseguida del caso y volvió a sus viejos hábitos de adusto ensimismamiento. Inclinado de continuo a la abstracción, yo me sumé a su estado, y, volviendo a ocupar nuestras habitaciones del Faubourg Saint-Germain, abandonamos todo desvelo por el futuro y dormitamos con tranquilidad en el presente, entretejiendo de sueños el aburrido mundo que nos rodeaba.
  • Luis Alberto Barquerahas quoted3 years ago
    Cuando, en un relato titulado «Los asesinatos de la rue Morgue» intenté, hace aproximadamente un año, describir las sorprendentes características de la mentalidad de mi amigo, el chevalier Auguste Dupin, no se me ocurrió pensar que alguna vez tendría que retomar el caso. La descripción de su temperamento era mi objetivo, y éste se alcanzó con éxito con la cadena de crueles circunstancias que expuse para evidenciar la idiosincrasia de Dupin. Podría haber aportado otros ejemplos, pero no habría demostrado mucho más. Acontecimientos recientes, no obstante, me han proporcionado, con su sorprendente desarrollo, nuevos datos que tendrán la apariencia de una confesión obtenida por la fuerza.
  • Luis Alberto Barquerahas quoted3 years ago
    Una joven, Mary Cecilia Rogers, fue asesinada en los alrededores de Nueva York; y aunque su muerte provocó una intensa y duradera conmoción, el misterio que la rodeaba seguía sin resolverse cuando el presente texto fue escrito y publicado (noviembre de 1842). En dicho texto, con la intención de contar el destino de una grisette
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    parisina, el autor ha referido con minucioso detalle lo esencial, mientras que, con los hechos no esenciales del verdadero asesinato de Mary Rogers, ha establecido un somero paralelismo. Así pues, todo razonamiento basado en la ficción es aplicable a la verdad; y la investigación de la verdad era el objetivo.

    El misterio de Marie Rogêt se redactó lejos de la escena del crimen y sin otra fuente para investigar que los periódicos disponibles.
  • Luis Alberto Barquerahas quoted3 years ago
    Pero es una buena persona, al fin y al cabo. Lo aprecio especialmente por ese toque maestro de hipocresía, con el que ha logrado su fama de ingenioso. Me refiero a la forma que tiene de nier ce qui est, et d’expliquer ce qui n’est pas.
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  • Luis Alberto Barquerahas quoted3 years ago
    –Que hable –dijo Dupin, que no había considerado necesario responder–. Que diga lo que quiera; eso le tranquilizará la conciencia. Yo me doy por satisfecho con haberlo derrotado en su propio castillo. Sin embargo, que él no consiguiera resolver este misterio no es de ninguna manera tan asombroso como él cree; porque, en verdad, nuestro amigo el prefecto es en cierto modo demasiado astuto para ser profundo. En su pericia no hay tronco. Es todo cabeza y nada de cuerpo, como los cuadros de la diosa Laverna
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    o, en el mejor de los casos, todo cabeza y espalda, como un bacalao.
  • Luis Alberto Barquerahas quoted3 years ago
    –Con la ayuda de Dios –dijo después de una breve pausa–, le contaré todo lo que sé sobre este asunto; pero no espero que crea usted ni la mitad de lo que diga. Sería un verdadero insensato si lo esperara. Aun así, soy inocente, y descargaré mi conciencia, aunque me cueste la vida.

    Lo que declaró fue, en esencia, lo que sigue: había realizado en fecha reciente un viaje al archipiélago de las Indias Orientales.
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