Aunque todo me salga mal, aunque los infortunios me lluevan, creo, Señor, que me amas. Aunque todo parezca fatalidad, aunque nos parezca que sólo el absurdo manda en el mundo, y vea a los hombres odiar, y a los niños llorar; y a los malos triunfar y a los buenos fracasar, creo, Señor. Aunque la tristeza reine en el mundo y haya sido degollada la paloma de la paz, aunque sienta ganas de morir, yo me entrego a ti, Se