Los cuarenta años que median entre 1480 y 1520 en las que centra su trabajo J. R. Hale son los más atractivos del Renacimiento. En otros libros de historia hay abundantes referencias a las figuras más representativas (los Borgias y los Médicis, Maquiavelo y Erasmo, Leonardo y Miguel Ángel). También aquí se les contempla, si bien al autor le preocupa en mayor grado dar a conocer al lector –especialistas y profanos encontrarán aquí incitantes sugerencias— el modo de vivir común al mayor número posible de personas, cuál era su actitud ante cuestiones fundamentales, como la justicia social, el amor, el tiempo, el arte, las relaciones personales y familiares, la vida en el campo y en las ciudades, la religión, la política, la enseñanza y la ciencia. Resulta difícil evaluar los testimonios, casi siempre deshilvanados, que permitan reconstruir la mentalidad de la mayoría. El autor, fiel a su propósito, se arriesga por esta vía, y el acercamiento que logra enriquece la visión que el lector adquiere con respecto al pasado, especialmente dentro del diario acontecer, que cambia tan lentamente a través de los siglos.