—A veces tienes que exteriorizar tus sueños, porque las circunstancias te pueden ahogar —explica Watt—. Y en lugar de cabrearte y envidiar lo que tienen los demás, ¿por qué no recurrir a tu vena artística y crear un pequeño lugar de trabajo, un pequeño feudo? Mientras no oprimas a alguien o algo con ello, pienso que, en cierto modo, es sano.