Un verano viajando por toda América con el cínico, cáustico e impaciente fotógrafo Shade Colby no era precisamente un sueño para Bryan Mitchell, fotógrafa de la revista Celebrity. Todo lo contrario; confinados en el limitado espacio del coche, viajando de un lado a otro sin dejar de hacer fotografías, la situación estaba siempre a punto de estallar. Tenían un trabajo que hacer, pero no se ponían de acuerdo en nada… excepto en la salvaje atracción que sentían el uno por el otro. Eso era innegable.