Atrévete a no gustar

Lo que es más, me di cuenta de que los diálogos que Sócrates mantenía con jóvenes y que Platón transcribió para la posteridad se correspondían muy estrechamente con lo que ahora llamamos psicoterapia.

Lo que es más, me di cuenta de que los diálogos que Sócrates mantenía con jóvenes y que Platón transcribió para la posteridad se correspondían muy estrechamente con lo que ahora llamamos psicoterapia.

Lo que es más, me di cuenta de que los diálogos que Sócrates mantenía con jóvenes y que Platón transcribió para la posteridad se correspondían muy estrechamente con lo que ahora llamamos psicoterapia.

Si llegas a tener un sentimiento de colaboración verdadero, no necesitarás el reconocimiento de nadie, porque ya tendrás la conciencia real de que «le soy útil a alguien» sin necesidad de esforzarte para que te reconozcan. Dicho de otro modo, las personas obsesionadas por el reconocimiento de los demás aún no han alcanzado el sentimiento de colaboración y no han conseguido aceptarse a sí mismas, sentirse seguras con los dem

Entonces, ¿nos aceptamos a nivel existencial o a nivel conductual? Esta pregunta tiene muchísimo que ver con tener el valor de ser feliz.

Los modos de vida que reconocen únicamente el trabajo remunerado carecen de armonía vital.

No quieres no gustar, pero no le gustas a alguien y no te importa, ¿es eso?

Cuando nos encontramos con dificultades en nuestras relaciones interpersonales o cuando ya no podemos ver la salida, debemos tener muy presente el principio que dice: «Escucha la voz de la comunidad más amplia».

el sentimiento de comunidad es el índice más importante a la hora de considerar un estado de relaciones interpersonales que pueda calificarse de feliz.

prender a poner el límite de «a partir de aquí ya no es tarea mía». Y, a continuación, desvincularte de las tareas de los demás. Ese es el primer paso para aligerar la carga y simplificar la vida.