En 1979 Erlendur, ya divorciado, lleva dos años trabajando como detective para Marion Briem. Ambos investigan el hallazgo del cuerpo de un hombre que fue encontrado en una laguna. Al parecer, la víctima cayó desde una gran altura y, en un primer momento, la policía baraja la posibilidad de que haya sido arrojado desde un avión, pues el tipo trabajaba en una base militar estadounidense. En paralelo, Erlendur investiga el caso sin resolver de una joven que desapareció de camino a la escuela décadas atrás y que todo el mundo parece haber olvidado. Todos menos Erlendur.