La investigación social puede pensarse como una región fronteriza entre las aspiraciones universales que entienden al conocimiento como posibilidad de la especie y como necesidad de orden cultural y su particularidad en tanto invenciones históricas situadas, entre ellas la ciencia y la ciencia social. La producción de sujetos y objetos de conocimiento en las prácticas de investigación tiene como requisito no sólo condiciones necesarias tales como la capacidad de simbolizar e imaginar sino también la inscripción de esos sujetos/objetos en saberes, disciplinas y ciencias históricamente constituidas. Los trabajos que forman parte de este libro se palpan en esas fronteras. En cada uno de los capítulos, los autores hacen reverberar en sus escrituras improntas disciplinares: las certidumbres y las ignorancias; los modos de dudar y de evidenciar; los estilos de razonar, que ponen de manifiesto las formaciones primarias transitadas. Pero en ninguno de los casos la razón disciplinar se ejerce como fundamento último.