Llegadas y partidas; saludos y despedidas; comienzos y finales… ¿Cuál es la diferencia? A veces está muy clara y otras, sin embargo, cuesta mucho encontrarla. Quizás porque la percepción que nosotros tenemos de una misma situación puede variar tanto que altere por completo su significado.
La vida nos otorga infinidad de oportunidades, multitud de indicios para arriesgarnos a un cambio, y está solo en nuestra mano saber aprovecharlas.
Lo que puede parecer un final sin duda puede ser el mejor de los comienzos. Al fin y al cabo ¿quién decide en qué dirección están colocadas las vías?