Historia del pensamiento político en el siglo XX

La distopía del poder arbitrario, el terror y la extinción de la sociedad civil y el individuo autónomo surgió del abismo entre las aspiraciones ilimitadas de la elite gobernante y la maleabilidad finita de las personas y las cosas.

sobre la forma de crear un partido, ¿Qué hacer? (Lenin, 1960-1970, vol. V). La mayoría cree que es ahí donde Lenin rechaza por primera vez que el proletariado sea el portador del socialismo y propone sustituirlo por un partido disciplinado compuesto por revolucionarios conscientes.

sobre la forma de crear un partido, ¿Qué hacer? (Lenin, 1960-1970, vol. V). La mayoría cree que es ahí donde Lenin rechaza por primera vez que el proletariado sea el portador del socialismo y propone sustituirlo por un partido disciplinado compuesto por revolucionarios conscientes.

No siempre se trata de que se invierta demasiado o demasiado poco, sino de que el dinero sirve para satisfacer intereses personales que sólo comparten ciertos sectores sociales (Goodin, 1982) y no se invierte en lo que realmente es de interés público y beneficiaría a toda la comunidad.

la Unión Soviética, al igual que la Alemania nazi, era un régimen «burocrático colectivista» liderado por una nueva clase gobernante que monopoliza el poder político y económico.

Los partidos democristianos italiano y alemán reconstruyeron sus países; promocionaron la recuperación económica, fortalecieron las instituciones democráticas y dieron acceso a sus países a la comunidad internacional tras la tragedia del nazismo y el fascismo.

se podría decir que el fascismo italiano fue «desproporcionadamente judío», lo que causaba gran hilaridad entre los nazis.

El Führerprinzip, o principio de liderazgo, era otro elemento crucial de la teoría nacionalsocialista. Implicaba asumir el liderazgo personal, incondicional y total de Hitler, llamado a guiar a su pueblo, impartir justicia y conducir a la nación hacia la grandeza.

Durante varias décadas hubo hasta un puñado de estudiosos judíos que querían promover una «ciencia racial judía» que definiera las características «raciales» específicas de los judíos.

El liberalismo pretende ser una filosofía antiimperialista, pero fueron los imperios nacionales los que difundieron sus valores por el mundo entero.