Un animal cuyo culto gozó de una enorme aceptación fue el gato. Ya hemos señalado la aparición de una importante cantidad de momias de este felino que, por desagracia, los campesinos del lugar empleaban como abono para sus cultivos. Su popularidad quizá provenga de su utilidad, ya que mantenía las casas libres de serpientes, escorpiones y ratones. Una de sus razas, el gato faraón, incluso llegaba a enfrentarse al cocodrilo.