Una archisabida y trillada historieta cuenta que un estudiante, que había sido descubierto por su maestro haciendo una trastada, se justifica diciendo que también su compañero de pupitre, desde hacía tiempo, andaba haciendo lo mismo, a lo que el maestro le replica preguntándole si, en el caso de que su compañero se tirase por la ventana, le parecería bien tirarse también él.