La falta de autoestima de un niño puede ser causa de trastornos de la personalidad durante su vida adulta: drogadicción, dificultades emocionales, problemas de relación… Existen muchas formas de reforzar la confianza del niño en sus propias capacidades a partir de las vivencias de cada día. Un niño seguro de sí mismo se convertirá más tarde en un adulto sereno y equilibrado.
El ingrediente principal de la seguridad es confiar en uno mismo: en las propias emociones, en los propios deseos, en las propias habilidades y aptitudes. Pero, ¿cómo podemos reconciliar el anhelo de libertad del niño con la natural preocupación de los padres? ¿Cómo protegerlo sin agobiarlo? A partir de situaciones reales y experiencias de la vida cotidiana, en las que resulta muy fácil reconocerse, Paola Santagostino explica cómo:
• Dirigirse al niño utilizando las palabras adecuadas y el tono correcto.
• Enfocar su atención hacia todo lo que pueda estimular su fantasía.
• Transmitir al niño una actitud positiva.
• Establecer con el niño un diálogo abierto sobre sus emociones.
• Proponer reglas precisas que puedan ser respetadas fácilmente.
• Acostumbrarlo al trato con los demás.
• Reconocer con él los errores y buscar las soluciones.
• Aprender a valorar la gravedad de los problemas sin dramatizarlos.