Los genes heredados de tus padres no son los factores más importantes para determinar si fallecerás por alguna de las diez enfermedades más frecuentes.
La esperanza de que la investigación genética llegue a encontrar curas para esas enfermedades a través de fármacos ignora que, hoy en día, se pueden aplicar soluciones más efectivas.
El control obsesivo de la ingesta de cualquier nutriente, como por ejemplo carbohidratos, grasas, colesterol o los ácidos grasos omega 3, no resultará en una buena salud a largo plazo.
A largo plazo los suplementos vitamínicos y de nutrientes no ofrecen protección para la enfermedad.
Los fármacos y la cirugía no curan las enfermedades que matan a la mayoría de los americanos.
Probablemente tu médico ignora lo que debes hacer para estar lo más sano posible.