El concepto de trauma psíquico en la obra freudiana, alude a un factor etiológico de la psicopatología, tanto en lo que se refiere a una situación externa de gran intensidad –que por ello es capaz de provocar una alteración del funcionamiento normal, es decir, un traumatismo– como también a situaciones externas, que adquieren el valor de traumáticas en virtud de ser inconciliables con las representaciones ya existentes en el yo, sin que necesariamente sean de gran intensidad, es decir, que aporten desde el exterior una gran cantidad de estimulación.