La novela critica las duras condiciones de trabajo existentes en el momento y que se afila a la anarquía de los gobiernos capitalistas del mundo. Más que una revisión del futuro, es una profecía. London considera la creación del 'Talón de Hierro' como el último eslabón en la historia capitalista inevitable, debido a la concentración del poder económico derivado de la creación de monopolios y anuncia la creación de una caldera social imposible de controlar.