La persona dependiente se fusiona fácilmente con los demás, y eso hace que se sienta responsable tanto de la desdicha como de la felicidad de los otros, como si creyera que los demás, a su vez, son responsables de su felicidad o su desdicha. La persona «fusional», que también se conoce como «psíquica», siente las emociones de los otros y se deja invadir fácilmente por ellas.