En Los nadadores nocturnos, Peter Rock explora una de sus pasiones: nadar en aguas abiertas, que juega un papel preponderante en el desarrollo de su historia personal. Es su primera novela autobiográfica, en la que además aparece de fondo, su extraña relación con la señora Abel, una vecina con la que comparte momentos de nado y que un día, misteriosamente, desaparece en medio de la noche.