La obra narra los conflictos que vivieron los indígenas mexicanos a finales del siglo XX cuando se propusieron cambiar el mundo desde varias trincheras. Es una etnografía de la naturaleza de los enfrentamientos y negociaciones que los indígenas sostuvieron con el gobierno entre 1994 y 2001, un análisis del papel que jugaron los derechos y culturas indígenas durante la contienda y una reflexión sobre las relaciones que entablaron las organizaciones indígenas con otros actores políticos para lograr sus objetivos.