El agente Mick Dawson no sabía si creer a aquella prepotente mujer que afirmaba haber estado en el lugar equivocado en el peor momento posible; no entendía por qué entonces todos en los bajos fondos la conocían. ¿A quién debía creer? Solamente había una manera de averiguar la verdad: investigarla personalmente.
La escritora Del Piper estaba tan confundida como él, pero lo que más la confundía era la dulce sonrisa de aquel hombre… aunque no sonreía a menudo. Sin embargo, se había empeñado en estar pegado a ella noche y día. ¿Querría protegerla o atraparla?