Desde una perspectiva en la que confluyen literatura, género y medioambiente, se efectúa un recorrido por la literatura ecofeminista chicana a través de las obras que renombradas autoras de esta ascendencia -Ana Castillo, Lucha Corpi, Helena María Viramontes y Cherríe Moraga— publicaron a lo largo de la última década del siglo XX. Desde un análisis que tiene en cuenta categorías de desigualdad como el género, la clase o la raza, se lleva a cabo un enfoque interseccional que denuncia las múltiples formas de discriminación de las que son víctimas sus protagonistas. Asimismo, la relectura de estas obras desde un prisma ecofeminista permite descubrir cómo estas autoras chicanas de los noventa, además de continuar con la tradición identitaria de sus predecesoras de los setenta y ochenta, incluyen esta perspectiva en sus textos. Todas ellas comparten el interés por la tradición y el folklore mexicanos y precolombinos, así como la crítica al catolicismo, al sistema capitalista y a la desigualdad de género, características que reflejan, en última instancia, su lucha en pro de la justicia social y medioambiental.