«Bitácora del cuerpo» es un viaje a través de muchas instancias, la juventud, el primer amor, las aventuras eróticas cargadas a veces de ingenuidad y otras de osadía. Existen cicatrices en sus personajes de los que pocas veces conocemos su nombre, como Norita o María Alejandra. Todos estamos a la deriva del amor. No existe puerto seguro, y si existe solemos temer perderlo. Quizás las gaviotas no surquen el cielo de este texto de una forma explícita, pero los ojos que descansan en cada relato son pelícanos sedientos de compañía y buenos tratos.