Un cuenco sale disparado por la cocina y toda la pared queda salpicada de leche y cereales. Entra el perro corriendo desde el jardín, inexplicablemente pintado de azul. Uno de tus hijos amenaza a su hermana pequeña. ¿Qué haces? Antes de que respondas, queremos pedirte que te olvides por completo de todo lo que sabes sobre disciplina. Olvídate del significado de la palabra misma, y también de lo que has oído sobre cómo han de reaccionar los padres cuando los niños hacen algo que no deben. En vez de ello, plantéate la siguiente pregunta: ¿estás dispuesto al menos a considerar un enfoque distinto de la disciplina? ¿Aceptarás un punto de vista orientado a alcanzar tu objetivo inmediato —lograr que tus hijos hagan lo correcto en el momento adecuado—, amén de tu objetivo más a largo plazo —ayudarles a ser buenas personas, felices, prósperos, amables, responsables e incluso autodisciplinados? En ese caso, este libro es para ti.Hace algunos años