Martín Lutero expone los efectos teológicos y sociales de las luchas reformadoras, tales como la teología del pacto, la guerra civil inglesa, las colonias americanas y otros movimientos, algunos de ellos vistos como francamente revolucionarios, para, finalmente, terminar con un tema inevitable: la ética protestante, en diálogo expreso con sus expositores y críticos, especialmente a partir de temas tan controversiales como la vocación (o llamamiento), el trabajo y, sobre todo, el surgimiento del capitalismo, aspecto al que dedica páginas iluminadoras. Se trata de una obra imprescindible para lectores atentos a los acontecimientos que renovaron el rostro de la presencia cristiana en el mundo.