El tejedor de Segovia es la fascinante aportación de Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza al subgénero “comedia de bandoleros”. En efecto, su argumento reporta enorme interés y su trama está magníficamente construida: con muchas acciones, más incorporación de suspense y provocación a la admiratio, entre otros aspectos. Los personajes se trazan con perfiles complejos, la versificación cumple funciones varias, y se asegura la atrayente y significativa espectacularidad para la puesta en escena. No extraña, pues, el éxito que obtiene en las tablas a lo largo de los siglos XVII y XVIII; si bien para 1794 se la prohíbe en virtud, quizá, del “desarreglo de las ideas morales”.