Elogio de la quietud son las refexiones a medio camino entre un mundo que acaba —el de la letra impresa y la cultura del siglo XX—, y otro que comienza —el de las redes sociales y la inteligencia artificial—. Un tiempo que ha desplazado a los medios de comunicación convencionales y ha convertido el ejercicio de distinguir la verdad de la mentira en un objetivo que empieza a ser inalcanzable.
La infancia como territorio de la memoria, la juventud desbocada, el auge y la caida de un periodismo en decadencia, van tejiendo las páginas de este libro, en el que el autor se rebela ante la pérdida de una forma de entender la cultura, las relaciones humanas o el deseo de conocimiento.
Una mirada que enfrenta nuestro convulso presente con las grandes obras de literatura, el cine o la filosofía. Una obra valiente que encontrará la complicidad del lector, escrita con la sabiduría, el reposo y el elegante escepticismo de quien ha vivido intensamente y ya lo ha visto casi todo.