Este libro, más allá de la reflexión sobre los temas tratados en el evento que se realizó entre el 14 y el 16 de noviembre de 2018, revela preocupaciones colectivas acerca del manejo del territorio, la ciudad y la arquitectura contemporánea en diferentes escalas que interactúan entre sí, lo que vuelve complejo entretejer los elementos de la discusión en donde el conocimiento de lo local en cada uno de los contextos del continente es indispensable para comprender la diversidad y heterogeneidad que nos caracteriza.
Los temas del territorio a la arquitectura han sido los grandes capítulos que tuvieron como hilo conductor tres valores universales que nos identifican como colectivo social: la identidad que ha sido discutida desde que se creó el SAL hace 36 años, y al momento continúa elaborando pensamiento latinoamericano sobre quiénes somos y cómo se expresa ese pensamiento en la arquitectura. La solidaridad, es otro valor que ha permitido la perviviencia de las comunidades locales, mediada casi siempre por la negociación y los acuerdos colectivos, matizados a menudo en la práctica. Finalmente, la austeridad ha sido un principio que se resume en la posibilidad de resolución de problemas con pocos recursos. En este sentido, la ciudad y la arquitectura es el espacio en el que se hacen visibles éstos valores con matices particulares en Latinoamérica y en donde tenemos el compromiso de seguir trabajando como academia y colectividad.