La Habana, por su posición privilegiada, era la llave del Golfo de México.El Adelantado Hernando de Soto, gobernador de Cuba, después de asumir ese cargo, partió a la Florida en 1538. Dejó en la Isla a su esposa Inés de Bobadilla (a quien algunos cronistas llaman Isabel) con funciones de gobernadora interina.