Estamos expuestos a múltiples campos electromagnéticos (Electromagnetic Field, EMF por sus siglas en inglés): campos de baja frecuencia del tendido eléctrico y de los aparatos eléctricos y electrónicos, y radiación de radiofrecuencias de dispositivos inalámbricos tales como teléfonos móviles y antenas de transmisión de Internet inalámbrica. No la sentimos, pero está a nuestro alrededor, e incluso interactúa con nuestros propios campos electromagnéticos. Los potenciales peligros para la salud merecen ser investigados y reportados en vísperas de lo que promete transformar al planeta gracias a un nuevo paradigma de conectividad irrefrenable y constante.