Crónicas de la cotidianidad, esta serie de ensayos nos revelan una visión alternativa de los objetos y los actos que nos son cercanos. La renovación a partir de la observación: cada texto abre la puerta hacia lo insospechado. Como la poesía resignifica las palabras, con breves disertaciones Amara redescubre la vida diaria, dándonos la sensación de que «no sabíamos que eso pudiera ser así".
De su autor se ha dicho que es «un ensayista puro que rehúsa asomarse a los abismos nihilistas, prefiere seguir las buenas costumbres del ocioso observador, poetizando sólo aquello que está al alcance de los cinco sentidos, permitiéndose acaso exacerbar paradisíaca y artificialmente alguno de ellos, en la escuela de Thomas de Quincey… Amara, filósofo de profesión, tiene por norma la aplicación sistemática de esa máxima que dice que toda cosa es interesante si se le observa con cariño y detenimiento» (Christopher Domínguez Michael).