Se disponía a poner en práctica un exquisito y sensual plan de seducción…
El empresario Carlo Carlucci jamás aceptaba un no por respuesta. El apasionado italiano tenía la vista puesta en la guía turística Francesca Bernard, una inglesa que lo volvía loco con su belleza y su inocencia…
Pero Francesca era heredera de una poderosa familia y estaba prometida a un hombre que Carlo sospechaba era un cazafortunas. Sólo había una manera de protegerla, y satisfacer su propio deseo: debía conquistarla y hacerla su esposa.