Un cadáver apaleado y su fiel perro es el único hilo de donde pueden tirar la inspectora Delicado y el subinspector Garzón para descubrir a los asesinos. De ahí a las mafias de las peleas clandestinas de perros y el crimen pasional sólo hay un paso. Un caso plagado de amor y odio, de sentimientos contradictorios, que son capaces de sacar a flote lo mejor y lo peor de nosotros.