Esta es la primera traducción al castellano de una obra clave de la lingüística rusa de principios del siglo XX. Aquí, Lev Jakubinskij contribuye a conceptualizar el lenguaje humano como actividad, define la noción de diálogo y formula los principios de su estudio, abriendo así los nuevos campos de la lingüística funcional y de la lingüística del habla.