Nuevo York, 1870. Los barrios de Manhattan son fríos y polvosos. Sin rumbo fijo, deambula Maggie por callejones sucios y llenos de mendigos. La suerte le cae cuando encuentra una banda de niños ladrones. Con ellos, muy pronto se siente como en casa. Durante uno de sus rondines por la ciudad, encuentra la torre de una iglesia que despierta sus peores recuerdos. Maggie deberá enfrentarse finalmente a su pasado. No obstante, queda un extraño rayo de luz en esa oscuridad: el legendario jefe del mundo del hampa de Nueva York.