Al norte de Kioto, rodeado por lagos de aguas profundas, se extiende Bansuri, un bosque de grandes planicies arboladas y senderos movedizos. Ahí, en el corazón de su espesura, vive la bruja muda.
«Aunque no tiene voz, habla a través del viento, y a través del viento canta con silbidos y murmullos el destino de los hombres.»
En este escenario se cuenta la historia de Hiromi y Daiki, los príncipes mellizos que, según la leyenda, estaban predestinados a dividir a un pueblo.