¡Mujer!
¿Cómo nombrar tu cuerpo destruido?
¿Cómo exhumarlo del silencio?
¿Cómo salvar tu rostro del olvido?
Si pronuncio tu nombre, los versos sangran.
Si intento recordarte, tu imagen huye.
Toda tú te desvaneces:
tu rostro ajado,
tus ojos carcomidos,
tu alma lacerada.
¡Mujer!
¿Cómo desahogar esta impotencia?