derecho feudal de los barones de Pampa le costaba a los reyes de Arkanar doce arrobas de plata pura anuales, por lo que cada nuevo Rey, apenas era coronado, reunía un ejército y lo lanzaba contra el castillo de Bau, nido de los barones. Pero los muros del castillo eran sólidos y los barones audaces, y cada campaña costaba más de treinta arrobas de plata. Por esta razón, cuando el ejército regresaba derrotado, los reyes de Arkanar se veían obligados a ratificar el derecho feudal de los Pampa, y a concederles además otros privilegios como por ejemplo hurgarse las narices en presencia del rey, cazar al oeste de Arkanar o llamar a los príncipes por sus nombres, sin mencionar títulos ni dignidades.