Es complicado leer a Octavio Paz y seguirlo en una sola línea. Hay que abordarlo casi siempre con la perspectiva de que hay varios Octavio Paz en uno. En "español mexicano" eso quiere decir que es posible que en unas cosas nos guste mucho y en otras no tanto. Él mismo señala que no es experto en ciertos temas.
En este Encuentro con Scherer, somos testigos de una conversación al mejor estilo de toma y daca. Scherer pregunta; Paz responde. A veces con respuestas cortas y puntuales; la mayor de las veces extenso, profundo y conciso. Suma y sigue; Un testimonio; Tela de juicios; y, El valor del tiempo, son tres planos de una conversación intelectual que recorre la historia, filosofía, política y cultura en general del mundo y México.
En su mirada, Octavio Paz delinea al intelectual, considera que "ante todo y sobre todo, debe cumplir con su tarea: escribir, investigar, pensar, pintar, construir, enseñar". La función del intelectual debe focalizarse en "la crítica del poder y los poderosos ".
Paz es un agudo crítico de los experimentos políticos que utilizan la bandera del socialismo. Retoma la opinión de Engels donde dice que el socialismo está diseñado como crítica a los abusos cometidos en Occidente por los países industrializados. Denuncia que en los países identificados como socialistas "el colectivismo burocrático sustituía al sistema de explotación capitalista". Y aún así considera al socialismo como la única salida raciinal a la crisis de Occidente.
Respecto a México, Paz responde que hay dos formas de entender el tiempo mexicano. En el corto plazo, tal y como lo ven los periodistas; o a largo plazo como lo analizan los historiadores. Ambos tienen ventajas y desventajas. Destaca la inmediatez con la que se mueve la política frente a la profundidad de los cambios.
Deplora que en México, a finales del siglo XX, aún nos "hace falta una cultura política moderna". Scherer le recuerda que en 1985 escribió que ek PRI ya había cumplido su hora, y aunque ya no le tocó verlo, confiaba en el PAN como artífice de la transición.