«Hay en Mary Barton, sí, muchas muertes y desgracias; pero, tras esa desolación, subyace la esperanza de una vida mejor, fundada en el poderoso aliento de los lazos familiares y en la sencilla máxima que proclama uno de los personajes:? Los fuertes tienen el deber de ayudar a los débiles?.» Alberto de FrutosPor sus obligaciones como mujer de un pastor unitario, Elizabeth Gaskell hubo de conocer de primera mano las condiciones de vida de los obreros de Manchester y las consecuencias de la revolución Industrial. En un ambiente de tensión social, agravado por la pobreza y el desempleo, se inscribe la peripecia de una muchacha que coquetea con el apuesto hijo del patrono y desprecia al pretendiente que daría su vida por ella.