Ahora el silencio del exterior aturde como un aguacero de gritos.
Linda Prishas quoted5 months ago
A pesar de que papá te apuraba para volver a la camioneta y marcharse, pudiste sentir el calor de las brasas, ser testigo del resplandor de la lumbre. Sonaba a lluvia cayendo sobre hielo, al viento previo a un huracán, a papel haciéndose trizas y a un sinfín de sonidos que, al mismo tiempo, era como si formaran una música antigua donde las llamas bailan sin descanso. El fuego te pareció capaz de consumir hasta la más profunda oscuridad.
Linda Prishas quoted5 months ago
ero luego, no tan lejos, alcanzas a ver la autopista que se estira y serpentea como una lengua sin fin y, en medio, una masa blanca que, entre más próximo estás, adviertes que se mueve, que respira, pero sin poder levantarse.
Linda Prishas quoted5 months ago
Pero Marimar ya no está.
Y la mirada de Mami, tan vidriosa como una ventana que da a la lluvia, se llena de un aguacero que no cae, que sólo moja por dentro.
Linda Prishas quoted5 months ago
Los que se van ya no crecen, se quedan con la misma edad por siempre.
Linda Prishas quoted5 months ago
Sentí que en mi interior tenía un mar haciendo olas gigantescas. Y me dieron ganas de vomitar. Pensé que iba a devolver el agua por la boca, por la nariz, por los ojos y hasta por las orejas. Era como si me ahogara desde adentro de mi cuerpo.
Linda Prishas quoted5 months ago
Aun así, había temporadas en las que revivía el anhelo de habitar un paisaje no tan urbanizado, alejado de las multitudes y de este aire que envenena.
Linda Prishas quoted5 months ago
Carlitos sufrió un grave problema respiratorio hace un par de meses. Lo encontramos sentado sobre su cama, sin aliento, con sus manitas sobre el pecho, boqueando como un pez afuera del agua, desesperado por inhalar un soplo de aire.
Linda Prishas quoted5 months ago
Mis propias palabras me hicieron dudar por un instante, pero el veterinario las aceptó sin más, como si darle fin a una vida fuera lo más normal del mundo.
Linda Prishas quoted5 months ago
Mi voz se vuelve ronca hasta que empiezo a toser. Por más que quiera, no puedo hilvanar una sola frase. Dejo la cama y me doblo hacia adelante, como si estuviera a punto de vomitar mis huesos.