El ser de nuestra América, de la América meridional, palpita en estos dos textos históricos, hoy más vigentes que nunca, de Simón Bolívar y José Martí. Escritos con casi ochenta años de diferencia, la Carta de Jamaica o Contestación de un americano meridional a un caballero de esta isla y Nuestra América resumen el pensamiento y la visión de dos figuras cimeras de la liberación y la independencia no sólo de Cuba, la Gran Colombia, Venezuela, Pero y Bolivia sino de toda América Latina. Dos momentos, dos orígenes, dos puntos de partida distintos pero una sola causa: la unidad de nuestra América, esa unidad «que nos falta para completar la obra de nuestra regeneración», como dice Bolívar y que Martí luego reclama: «puesto que la desunión fue nuestra muerte, ¿qué vulgar entendimiento ni corazón mezquino ha menester que se le diga que de la unión depende nuestra vida?»; «es la hora del recuento y de la marcha unida y hemos de andar en cuadro apretado como la plata en las raíces de los Andes».