Tienes la misma incapacidad para la verdad y el dolor que tenían los nazis. No vales ni un céntimo más que ellos, ni cuando asesinaste a esas personas, que no te habían hecho nada, ni después, cuando sigues sin comprender lo que hiciste. Vosotros os escandalizabais ante la generación de vuestros padres, la generación de los asesinos, pero os habéis vuelto igual que ellos. Tú deberías haber sabido lo que quiere decir ser un hijo de asesinos, y sin embargo te has convertido en un padre asesino, en mi padre asesino. Por lo que dices y demuestras, nada de lo que hiciste te produce lástima. Sólo lamentas que las cosas salieran mal, que te atraparan y tuvieses que ir a la cárcel. Los demás no te dan lástima, sólo te das lástima