Joseph Campbell, filósofo e historiador de las religiones, dedicó su vida al estudio de las mitologías de diversas culturas, y una de sus principales obras es «El héroe de las mil caras», en el que planteó la existencia de un único mito: el monomito, un patrón narrativo que encontró en las historias y leyendas populares, según el cual el héroe suele pasar a través de ciclos o aventuras similares en todas las culturas. En esta obra notable, intentó aplicar los postulados del psicoanálisis jungiano y de la antropología difusionista al estudio de las mitologías. Después de señalar las significativas coincidencias observadas entre el simbolismo de los sueños y ciertos elementos característicos de los mitos, el autor inicia la exposición ordenada de dichos elementos, que ilustra mediante profusas referencias a las mitologías de los grupos culturales más diversos. La partida, la iniciación, la apoteosis y el regreso son componentes esenciales de la aventura del héroe y se identifican una y otra vez en leyendas, tradiciones y rituales de todos los pueblos del mundo: en los mitos polinesios o griegos, en las leyendas africanas, en los cuentos de hadas y aun en ciertos símbolos de las grandes religiones actuales. Iniciación y complemento perfecto de la gran obra que ocupó toda su vida («Las máscaras de Dios»), este texto ha sido libro de cabecera de los más diversos lectores, desde historiadores, críticos literarios y antropólogos, hasta filósofos y cineastas (como bien saben los frikis de «Star Wars») Dedicado a dos maravillosas mafalditas y a sus ansias de saber durante una cena en Madrid