Esta es la primera novela que publicó el autor en 2012 y, tras una buena acogida de la crítica y los lectores, ahora se reedita bajo los auspicios de un nuevo sello editorial.
Martín, el personaje principal de la obra, a pesar del éxito social no encuentra sentido a su vida, porque en el fondo se ha traicionado a sí mismo y a sus ideales. Buscando el reencuentro con las esencias cerca de la tierra, marcha a la Sierra de la Albera en el Alt Empordà, aunque los recuerdos y su pasado le persiguen.
Me quedo con la cabra es una crónica amable del fracaso de una generación que pretendía cambiar el mundo y, como suele ocurrir, fue el mundo quien les cambió a ellos.
A través de un personaje que vive su propio exilio interior, transitaremos por la vida reciente de nuestro país, desde la posguerra hasta finales del siglo XX.
24 capítulos como metáfora de las 24 horas del día y de la vida. Una novela llena de humor, aventuras, amor y sexo, que pretende dejar testimonio de la época vivida por el autor: Lo que hemos vivido, lo podemos recordar con añoranza, con tristeza o con alegría, pero nada hará que vuelva, porque nosotros mismos ya somos diferentes.
Esta novela no pretende salvar a nadie de la generación que luchó por la democracia. El propio autor la ha definido en algunas ocasiones como: Una falla, donde el fuego purificador busca redimir nuestros pecados, perdonar nuestros errores y agradecer nuestros aciertos como generación y, al mismo tiempo, divertir con cuentos y aventuras que identificaréis con la época de la transición, pero también con la actual.